16.10.13

Caída libre.

No estoy muy bien. Os conté que tenía que ir al médico (tenía cita ayer) y, la verdad, no era lo que me esperaba... ha sido peor. Tengo algo raro y estoy muerta de miedo. Para colmo me han enviado al psiquiatra de la seguridad social, supuestamente me quitará la fobia... yo no lo tengo tan claro. En definitiva: se avecina una temporada mala.
Cambiando de tema, comenzaré a escribir mis entradas también en inglés (chapurreado, porque no sé hablarlo muy bien), si no se me entiende me lo decís y suprimo la idea, ante todo la dignidad, no quiero parecer Ana Botella jajaja.
He comprado lana color salmón claro para hacerme una chaqueta, a ver que tal me sale. Os dejo un texto amores, muack ♥

I'm not very well. I had to go to the doctor (I had appointment yesterday), and truth, was not what I expected... has been worse. I have some rare disease and I'm afraid. In addition, they have sent to me a psychiatrist of the social security, will supposedly remove me the phobia... I don't have it so clear. In short: a bad season is looming.
Changing the subject, I will start to write my entries also in english (but I don't know speak very well), If nothing is understood I will suppress the idea, first and foremost the dignity, I don't want to seem Ana Botella jajaja. 
I have bought color wool clear salmon to do a jacket to me, to see that I get such. I leave a text loves, muack ♥

La real academia define la palabra imposible como algo que no tiene facultad ni medios para llegar a ser o suceder, y define probable como algo inverosímil, que no se funda en una razón prudente.
Puestos a escoger a mí me gusta más la improbabilidad que la imposibilidad, como a todo el mundo, supongo. La improbabilidad duele menos y deja un resquicio a la esperanza, a la épica. Que David ganara a Goliat era improbable, pero sucedió. Que los varones rojos volvieran a tocar juntos era improbable, pero también sucedió. Nadal desbancando del número uno a Federer, una periodista convertida en princesa, el 12-1 contra Malta, un afro-americano habitando la casa blanca...
El amor, las relaciones, los sentimientos, no se fundan en una razón prudente, por eso no me gusta hablar de amores imposibles, si no, de amores improbables, porque lo improbable es, por definición, probable. Lo que es casi seguro que no pase es que puede pasar. Y mientras halla una posibilidad, medio posibilidad entre mil millones de que pase, vale la pena intentarlo.



No hay comentarios:

Publicar un comentario