17.6.13

Confundida.

Tengo una lucha interna conmigo misma que me desespera. Desde hace unas semanas hacia aquí lo confundo todo, le saco la parte enrevesada a cada movimiento que la gente tiene hacia mí, pienso demasiado en cosas que seguramente son insignificantes y las voy amontonando, hasta que se ha hecho una montaña.
AGOBIADA.
Mucho. Lo peor (dicen) es que no cuento nada, hasta que exploto y la cago. Sí, puede ser. Soy difícil de entender, de llevar. No me entiendo ni yo misma, es como una constante guerra entre lo que quiero y lo que debiera hacer. Hablo de arriesgar y soy la primera que duda, no sé cómo lo hago, pero siempre me equivoco de decisión. Voy a base de palos.
Parece que la gente piensa que me da igual todo, que soy caprichosa, que estoy desquiciada, que tengo arranques de niña pequeña. No cambiaría mi vida para nada, contradictoriamente, me gusta cómo soy porque no quiero ser una copia de nadie. Soy compleja, hay que descubrirme e ir descifrándome, pero el esfuerzo (creo) merece la pena, según quién sea y si verdaderamente tiene interés en hacerlo.
Tengo la espalda llena de heridas por un arma blanca metafórica. Me las han dado tantas veces por la espalda que, inevitablemente y bajo subconsciente, no consigo fiarme de nadie al cien por cien. Eso me mata. No puedo estar a la defensiva constantemente, con todo el mundo, me he dado cuenta que ni siquiera puedes confiar en tu propia familia, por lo que necesito un poco de paz.
No pido que cesen los golpes, quiero aprender, quiero crecer y quiero ver mis límites y los de la gente, quiero darme cuenta de que hay alguna macabra razón para todo lo malo, y una consecuencia positiva después de todos ellos.
Me pongo a escribir y es como que no entiendo lo que expreso, pero a la vez lo siento y lo pienso y lo volvería a redactar. Que lío se hace la mente cuando todo te parece confuso, cuando te chocas contra un muro y tienes mil y una brechas que curar.
Muacks.


Hoy el post es un poco más corto, la verdad es que no sé muy bien cómo expresarme hoy, así que prefiero dejarlo para mañana, a ver que me sale.


15.6.13

Pisa fuerte.

Estoy más cansada que un burro. ¿Qué tipo de mente enferma se levanta a las siete de la mañana y, acto seguido, despierta a los demás? ¡¡Un sábado!! Me ha desequilibrado el día por completo. Que siesta más extensa me he permitido... he dormido tanto que esta noche seré lo más parecido a un búho (I have a dream!)
He tenido que ir a recoger un montón de sillas, botellas de butano, etc, para llevar a mi caseta. Bien, cuando he llegado no sabía donde diantres estaba puesta, porque no se veía: eso parecía la selva amazónica, las malas hierbas me llegaban más arriba de la cabeza, tapaban la casa, y creo que estaba allí el Yeti, vigilando entre los matojos... me podría haber saltado encima una serpiente, era lo más fácil. Que assssssco más grande. Mi padre me ha hecho pasarme todas las malezas y voy llena de cortes, a saber cuántos dientes de león, o como se digan, habían allí, saltamontes, bichos asquerosos, podría haberme dado un mal pero soy una tía strong
Luego, para mi sorpresa, lo que me faltaba ya por ver, para rematar. En el segundo post que subí a blogger expliqué que estaba perdiendo a alguien, que no estaba celosa, que no era egoísta... lo retiro. Estoy muy celosa y quiero ser egoísta, ahora sí. No sé que se creen algunas personas abusando de mi confianza y, sin vergüenza ninguna, quitarme lo que yo tengo. ¡No te voy a dejar! Y me parece fatal que tengas que ser tú y no otra la que me toque la moral de esta manera, pero así son las cosas.
Das la mano y te cogen el brazo entero. Mira que soy pacífica pero, en este caso, la vena la tengo bien hinchada y puedo explotar en cualquier momento. Aunque no lo creáis el enfado se me pasó antes de irme a dormir la mona de la tarde, lo que estoy es chula, chula y expectante, que se atreva alguien a hacerme daño y veremos quién sale perdiendo. Si piensas que Nerea de buena es tonta... no me hacen falta las manos, las palabras pueden doler más.
Muacks.


Se dice que hace miles de años se celebraban marcha triunfales en la antigua Roma, cuando salía victoriosa. En esas marchas, en el carro que llevaba el emperador, siempre iba acompañándolo un siervo. Éste se encargaba de propagar toda noticia que vagaba a su alrededor al victorioso, además de sujetar la corona de laurel encima de su cabeza. En uno de los momentos en los que al siervo le tocó susurrarle al emperador, soltó una frase: "Toda gloria es efímera". Al día siguiente el emperador mandó ejecutar al siervo por su atrevimiento, sin embargo, pasado un corto periodo de tiempo, Roma comenzó a perder todas las batallas y, poco a poco, su autoridad. Nunca más volvió a recuperarla.
Sé más listo e inteligente, puedes perder mil batallas, pero sé fuerte para ganar la guerra. Pisa fuerte para conseguir lo que quieres.

14.6.13

Ingenuidad.

Mi padre me pone de los nervios. A veces no sé en qué narices está pensando o en si me está toreando como quiere. No me he podido poner en mi "querido" ordenador de la era del Bing Bang porque no se ha despegado de él. Estoy picada porque el ordenador es mío y para variar se lo ha puesto en su habitación, así que si se acuesta, si le sale de las partes nobles, se encierra y a mí que me den morcilla.
Ataquitos malévolos que me dan, is my hero pero, a veces, pienso que es lelo perdido y que pretende fastidiarme (es odioso cuando se le cruzan los cables). Bueno, al fin, a las 22:15 he conseguido ponerme a editar la entrada, cuando a levantado el trasero del asiento, aún está calentito. 
Ayer estuve mirando blogs y me avergoncé de mi ignorancia en ciertos aspectos, me di cuenta de que hablamos gratuitamente de cosas de las cuales, en realidad, no tenemos ni idea y de que nos hace falta un golpe de realidad de vez en cuando para dejar de ser tan estúpidos e incoherentes. Hay algo más allá de lo que podemos ver a simple vista, hay historias, razones, motivos que desencadenan esos estados de los que creemos saber como nadie, cuando no es así. A veces es mejor incluso no buscar explicaciones porque pueden resultar complejas. Cada persona es un mundo y cada cerebro funciona de una manera, al igual que el corazón.
Gracias a "x" me suelo poner en la piel de las personas y, aunque posiblemente no me aproxime ni lo más mínimo a lo que sienten, puedo imaginarme algo y siento pena, pena y rabia, a la vez motivación y quiero ayudar. No puedo cambiar el mundo, pero sí puedo cambiar la tristeza de las personas por las sonrisas. Eso es algo que no cambiaría por nada del mundo.
Intentar no estancaros en la ignorancia y la estupidez, las cosas no siempre son como parecen, no son como creemos o queremos que sean.
Muacks :3


Pocas son las personas que hoy en día amanecen con una sonrisa, pocas personas son las que acaban el día con una, y está al alcance de muy pocos mantenerla durante toda la jornada.
Es muy cierto que muchos son los factores que nos acompañan para no poder sonreír: paro, crisis, muertes, guerras, hambre, desigualdad y demás vocablos que estamos cansados de escuchar, de ver, de sentir, de recordar.
No trato de pedirle al mundo que deje atrás los problemas, que se olvide de lo que le rodea, que únicamente viva pensando que todo es positivo. Pero, sin embargo, soy una de esas locas que piensa que ante la adversidad la mejor arma es una sonrisa, una sonrisa sincera.
Tal vez, si todos sonriéramos un poco más, si viviéramos tratando de buscar la pequeña lucecita de optimismo que siempre está encendida al final del túnel, en lugar de llorar porque nos encontramos sumidos en la peor de las tinieblas, la vida sería más amena, más llevadera, "más mejor".
Insuflémonos una bocanada de aliento, pensemos en que se puede salir y salgamos de la manera más elegante posible. No nos dediquemos a quejarnos, a vivir de protestas, a pensar que no se puede y luchemos por un mañana mejor, por un buen futuro.
Todos estamos cansados de leer que España va mal en muchos sentidos, y también otros temas más ocultos y desconocidos, pero intentemos mirar al otro lado de la moneda. Pensemos que cada día que amanecemos no es un día nuevo, sino que es el día, el día de ser feliz, el día de atreverse, el día de arriesgar, el día de ser quien quieres ser.

13.6.13

El peso de las palabras.

Tengo un hambre increíble y parece que la comida va a tardar un poco en hacerse, así que vuelvo por aquí . Ayer fue un día nefasto, de los que no tienes ganas de nada y estás en modo pitbull con todo el mundo, ¿sabéis? Por culpa del gracioso de turno que viene y te pega la tortilla al techo (sinónimo de fastidiar el día), cómo les odio. 
Todos tenemos alguna inseguridad y el que lo niegue, miente. La mía, por ejemplo, es el físico. No es algo que me deprima, que me lleve por el camino de la amargura ni nada de eso, yo sé que debería quitarme algunos quilos, pero tampoco veinte. Me provoca inseguridad más que nada por el tema estrías, celulitis, flacidez... todo eso tan antiestético, además, soy de las que piensan que las curvas son muchísimo mejores que las formas insípidas de muchas que están delgadas.
Yo me lo tomo con calma, al fin y al cabo sólo se puede adelgazar con constancia, ejercicio, buena hidratación, paciencia y con una dieta que no te dañe (por internet hay un montón de planes de adelgazamiento, nada recomendables, en plan: adelgaza en tres semanas veinte quilos, tal), porque, posiblemente intentando remediar tu "sobrepeso", que en algunas lo pongo en duda, destrozas alguno de tus órganos y sería peor el remedio que la enfermedad.
Por eso os recomiendo que acudáis a un buen médico, que os haga una dieta a vuestra medida y que lo combinéis con ejercicio, por ejemplo haciendo Zumba, una manera divertida de adelgazar y a la vez pasárselo bien. Recordad que con fuerza de voluntad se pueden conseguir muchas cosas y que nunca debéis hacer caso de las maledicencias de los demás, porque es lo que quieren, debilitarte.
Ahora os pondré algún textito amores, muacks :3


Nunca pensé que la vida girara tan rápido, a tal velocidad, que mis decisiones sólo son pequeñas estelas en el gran cielo de aciertos y errores. No entendía, hasta ahora, que la noria en la que nos subimos nada más nacer ya está en marcha mucho antes de nuestro comienzo. Empezamos acabando y acabamos empezando.
Siempre el mismo patrón de saludos y despedidas. Duele admitir que los caminos, los sentimientos, las amistades y las relaciones tienen su fin. Pero es así. Un desenlace en el que no tomamos parte, sólo nos dejamos llevar.
Aspiramos a carruajes, a príncipes, a idealizar el cuento de hadas. A conseguir un trabajo ideal, la casa soñada, los hijos perfectos. Nuestro propio paraíso de ilusiones, y que en eso quedan, en ilusiones. Deseos al aire, porque después de años, los sueños son sustituidos por conformismos, por realidades. Sólo anhelamos una estabilidad, una normalidad que no se salga de los cánones.
¿Qué nos hace cambiar? Irónicamente nos cambia lo mismo que nos creó las ilusiones: la vida.
Hay quien diría que no es justa, que no equivale a las necesidades de cada uno. Lo que cada cual merece. Pero si no sabes lo que vales, ¿cómo sabes lo que mereces? Es por lo que os propongo un reto: no os pongáis límites. No cuadriculéis los minutos. Salid a la calle con vuestra mejor sonrisa y ahí sabréis qué os espera.
La distinción está en que la llama con la que venimos al mundo, esa que nos hace creer, no se apague. Que podamos, al cabo del tiempo, afirmar que hemos hecho todo lo que deseábamos. Contra todo pronóstico, y aunque nuestro alrededor no contribuyera. Tenemos las armas, sólo hay que aprender a utilizarlas.
No pierdas el tiempo, no se va a detener, únete a su ritmo y sácale partido. Pelea por tu verdad, por tu personalidad, por tu hueco en este mundo de patrones. Es difícil, no lo niego pero, ¿hay algo en esta vida que merezca la pena y no sea duro de conseguir? ¿A qué venimos? ¿Por qué sufrimos? ¿Hay siempre una razón? Tal vez. Quizá ese es nuestro cometido:
responder a las preguntas que están disueltas en un mar de dudas. Y con ello, encontrarnos a nosotros mismos.

11.6.13

El miedo.

Hoy es un día cansado, he dormido muy mal y, para más inri, he tenido una pesadilla que parecía tan real... he estado a punto de llorar, me he despertado y creía que aún estaba pasando. La paranoia ha sido tal que me he levantado y me he quedado sentada en la cama con la luz encendida (allá sobre las seis y media de la mañana), no me he vuelto a dormir.
Poco a poco iréis descubriendo que soy una completa inútil en cuestiones de pasar 'canguelo', no me gustan las películas de miedo, mucho menos las de sangre, no me gustan los sustos, no me gustan las atracciones del terror, no me gusta que me sugestionen, no me gusta soñar cosas raras, no me gusta, no me gusta, no me gusta, bla, bla, bla... Paradójicamente me encanta Cuarto Milenio.
En fin, sí, soy una cagada y de las buenas, el final de la historia es que, posiblemente, esta noche duerma con mi padre, lo veo. Pobre hombre.
Lo peor de todo es que hoy he estado limpiando a fondo la casa de la que me estoy mudando, y me ha dado un tirón terrible en el hombro derecho... ¡duele horrores! A eso hay que sumarle que estoy muy, repito: MUY rayada hoy. Voy a intentar explicarlo en un texto porque me estoy yendo por las ramas, jiji.


Odio la sensación de estar perdiendo a alguien.
Es difícil expresar cómo me siento, por qué razón he llegado hasta este punto.
Similar a estar arrepintiéndose por haber propiciado un algo, un algo que puede acabar siendo un todo y que, por consecuente, me quite a mí del medio, dejando de recibir unas atenciones que quiero seguir teniendo. Escuece. Hacer algo con toda la buena intención del mundo y que, cuando te das
cuenta, hay quien quiere ocupar tu lugar porque has sido tú misma la que le has dejado hacerlo, indirectamente, pero sí.
Maldita la hora, habiendo tenido dudas sobre si hacerlo o no, lo hice. Durante mucho tiempo no disfruté de ese algo por culpa de un otro y, ahora que volvía a tenerlo, otra vez algo en medio. Parezco una egoísta, que sólo quiere acapararlo todo para sí, pero creerme que no es eso.
Me duele saber que si ese algo cambia, ya no podré confiar todo, absolutamente todo lo que le confiaba. Todo era perfecto y todo ha ido cambiando desde entonces.
¿Celos? Ni mucho menos. No sé explicar que no quiero que todo quede frío y distante.
No quiero compartir con nadie más lo que quiera que tenga que contar, sólo con ese alguien, y veo que se va, inevitablemente se va.

Oh, ¿me habréis entendido? Soy tan confusa.

Un camino por recorrer.

Aquí me encuentro, de nuevo compartiendo con todos vosotros pequeños pedacitos de mí, después de más de medio año. Un nuevo comienzo, una nueva etapa, un nuevo camino que pienso recorrer, hasta el final.
Tengo una meta que alcanzar, el tiempo que me lleve no importa si al final el resultado es el que quiero, vosotros seréis testigos. Estoy feliz, feliz de volver, feliz de haberme encontrado al fin, de saber qué quiero hacer, quién quiero ser, cómo quiero estar y dónde quiero seguir.
Ahora bien, después de esta pequeña introducción que, poco a poco, irá extendiéndose, pondré un texto de  los que, hasta día de hoy, siempre me han gustado editar para mis blogs.


El despertar un día cualquiera, sin aparente cambio en la rutina, con la monotonía que de normal pulula en el ambiente, y descubrir que, por increíble que fuera creérselo, te has encontrado a ti misma.
Muchos vagamos por el mundo intentando encontrar un motivo por el cual luchar y, cuando encuentras esa razón, sabes que es por ello y no por otra cosa por lo que debes esforzarte. Resulta curioso a la vez que intrigante que, una noche al azar, mientras Morfeo te estrecha entre sus brazos y cuando el subconsciente te transporta hacia lo más profundo de los pensamientos, sea entonces cuando encuentres tu vocación o la ilusión por algo en concreto, algo que quieres realizar a lo largo de tus días.
Bien, esa cosa tan extraña me ha ocurrido a mí, sé que es esto lo que quiero, no importa cuánto ni cómo, pero lo conseguiré, al igual que muchas otras, sólo debo esperar la ocasión perfecta.
Sé que para muchos mis ideas resultan un pérdida de tiempo, pocas salidas, tontería, e intentarán pisar lo que más deseo simplemente por el hecho de que sus gustos y sus creencias no son las mías. Hasta esos extremos y más puede llegar el egoísmo de la gente y, debéis saber, que no podéis permitir que pasen por encima vuestro, absolutamente nadie, no tienen derecho a romper vuestras ilusiones por sus miedos e hipocresía, por su envidia, baja autoestima e inseguridad. Sois libres de elegir, libres de crear, libres de creer, de aprender, de equivocaros, de ser felices, de innovar, de querer más, sois libres para vivir vuestra propia vida, sólo vuestra y de nadie más, y debéis entender que las personas que os quieren siempre os apoyarán aunque no crean en vuestras iniciativas, sólo vosotros debéis elegir vuestro camino, recorrerlo y empezar uno nuevo si las cosas no van bien, no os dejéis convencer.
Libertad, bonita palabra que debería practicarse más a menudo, dejando de lado la manipulación y el enjaulamiento; volar, que no os corten las alas jamás.

@nerea_rsweet