1.10.13

Susceptible.

Estoy irritadísima, y eso que llevaba el día de lo más bien. ¿Motivo? Los alcahuetes que tienen que saber lo que hago y dejo de hacer y para colmo quieren disponerme la vida como les conviene a ellos. ¿Qué narices tienen que meterse donde no les llaman? Que tengo veinte años, no quince, ya me sé sacar las castañas del fuego, uffff... Evidente mi cabreo, ¿no?
No puedo explicarlo. Es un asunto de trabajo, de hacer una entrevista, y encima de que me están dando la oportunidad de ganar dinero quieren meterse por medio a poner condiciones, horarios, exigencias... ¿no sé yo misma qué es lo que tengo que decir y qué es lo que me conviene o no? Y son unos ansias, se pasan el día preguntándote con tono de recochineo, y terminan poniéndote negra. Ahora mismo soltaría un montón de tacos pero en su lugar:
kjjhfkjsndcjaksxoialksnxjguywajdskmncjzzxbchuvsdjcnxjzkcbsiaujhfdskfbsdvuidjhcfnsdjc ¡JODER!
No tengo muchas ganas de actualizar hoy, en su lugar ganas de llorar de impotencia porque tengo que morderme la lengua y no sé cómo ni con quién desahogarme...
Muack.

1 comentario:

  1. No hay que desanimarse nunca! Gente como la que mencionas hay en todas partes. Pero bueno, para estos casos te lias a gritar y desahogarte que es como mejor te quedas, tengo que decir que tu blog me parece muy interesante y me encantó tu comentario en mi blog. Un besito!

    http://entusmanos23.blogspot.com.es

    ResponderEliminar