Ocupada.

¡Buenos días-tardes! He estado ocupada estos días estudiando y no he podido pasarme por aquí. Tengo que deciros que, adelantándome a los tiempos, he decidido hacer la carrera de Filología francesa. Diréis: si aún no has terminado el bachillerato... ya, pero es que soy muy previsora (¡ojalá lo apruebe!)

Tengo que recomendaros un libro. Se llama Melodía en la Toscana, de Belinda Alexandra. Iba a dejaros el link para descargar el libro en pdf. gratuitamente (yo lo leí en el móvil), pero cuando he probado de nuevo el link habían quitado el archivo, supongo que por cuestiones de copyright y eso. Una lástima, nunca había llorado tanto con un libro y tengo que deciros que varios amigos míos también han llorado, y son hombres.. imaginaros cómo debe ser. 

La historia está ambientada en la época de guerra fascista en Italia, con Mussolini como artífice de las desgracias y, entre todo el dolor, una historia de amor muy peculiar que encoge el corazón y magia. No os arrepentiréis de la lectura, os lo aseguro. 

He visto que en la casa del libro cuesta sobre 23 o 24€... es un precio bastante justo para la calidad de éste pero, como he dicho, yo lo he leído sin coste. Podéis buscarlo de todas maneras o si queréis comprarlo, de verdad que es una maravilla y una historia como ninguna. Ya me contáis si alguno se decide, os dejo un texto amores. Un muack ♥

Todas las miradas poseen secretos, secretos que nos llevaría más de una vida lograr descifrar. Muchos de ellos yacen olvidados en el fondo de las pupilas de quienes los poseen, otros simplemente se dilatan y salen a la luz cálida del día, con la rapidez de un cometa que no conoce su destino y que pulula por el espacio tratando de hallar un lugar en el que todo acabe; sin embargo, cuando lo hagan, en el mejor de los casos acabarán chocando con otro cometa y explotando.

Lo mismo ocurre cuando dos miradas con secretos ocultos se encuentran, todo explota. Pensar que algún día todo acabará y lograrás esconder el secreto eternamente, es lo mismo que creer que el espacio es infinito porque, todo tiene un principio y un final, y aunque no lo queramos, los secretos acaban saliendo a la luz. Además, somos inútiles cuando confiamos nuestros secretos a alguien, porque pretendemos que sea capaz de guardar algo que ni nosotros mismo hemos conseguido mantener oculto.

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